El equipo de Ancelotti sufrió remontada y no pudo amenazar a rival con diez. 

Se hablará por años de la final de la Supercopa de España, la de los siete goles, la oda a la contundencia, la firma de la paternidad catalana sobre su víctima ‘merengue’.

FC Barcelona se coronó campeón de la Supercopa de España, con una sandunga contra su clásico rival, el Real Madrid, al que goleó 2-5. Fue en Arabia Saudita, lo que confirma que el dominio traspasa las fronteras. Y no hubo nunca manera de amenazarlo, ni de oponer resistencia a la remontada, ni de vulnerarlo a pesar de haberse quedado con diez. 

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​Toda la pólvora catalana

Y eso que el arranque tenía tintes de sacudón de la paternidad de parte del Madrid, pues aunque sufría un par de llegadas de Raphinha, en su primer intento, a los 5 minutos, celebró: partió todo de una recuperación de Vinicius en su campo, salida letal, pase abierto a Mbappé y el francés arrastró marca y definió como crack. El 1-0 parecía inesperado. 

Pero esos golpes no son más que gasolina para un Barcelona, que enciende cada vez que tiene en frente la camiseta blanca: en un pestañeo, a los 22 minutos, todo lo fabricó Yamal, superando la marca, enfilando y apuntando con un remate tan pegado al palo que era imposible para el enorme Courtois. Golazo para el 1-1.
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Y siguió derecho: pillaron la falta de Cammavinga a instancias del VAR y el penalti lo cambió por gol Lewandowski; a los 39 apareció el que faltaba en el tridente, Raphinha, supera una débil marca de Lucas Vásquez y el lentísimo Tochouameni y definiendo con autoridad ante el arquero para el 1-3; a los 45 un insólito error de Rodrygo en su terreno acabó en el gol de Baldé, que acompañaba atento la jugada para el 1-4.

Era una máquina de efectividad el equipo catalán y era un flan la marca en el medio de un Madrid que nunca puso filtros ni con Tchouameni ni con Valverde y expuso siempre a todos los del fondo, con un Rudiger que quiso tapar sus fallos provocando a Lewandowski. Apenas Courtois pasaba en el primer tiempo tras un repaso excepcional. 
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Complemento de control
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Con esa clase de fútbol, el Barcelona soportó un primer intento de reacción de Rodrygo que estrelló el balón en el palo y, para completar su noche, Raphinha se reportó con el 1-5 en un contragolpe letal. 
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​Había poco que hacer. Pero vino la expulsión de Sczesny por falta clara contra Mbappé y ya con diez se acercó el merengue cn un hermoso tiro libre de Rodrygo para el 2-5 final. 

Barcelona dio otra vuelta olímpica ante su histórico rival y habrá mucho, mucho que explicar para un Ancelotti sin respuestas, que además sacó a Vinicius cuando su rival quedó con diez, y sumó nada menos que 9 goles de los catalanes en sus últimos compromisos. El campeón, al final, fue justo y celebró con todo en Arabia un título más.